Por: Lic. Rosa Coaricona

 

 
 

PELIGRA EXTRADICION DE FUJIMORI

Alberto Fujimori fue presidente del Perú y renunció por fax, después que Fernando Olivera y el Frente Independiente Moralizador, mostraran el video que probaba que su socio Vladimiro Montesinos Torres compraba, literalmente, al congresista Alberto Kouri.

 

Alberto Fujimori buscó asilo en Japón, su patria madre. Allí lo ampararon, lo acogieron como a un japonés. Cuando la protección japonesa hacía agua y ya no podía mantenerse, Fujimori urdió un plan: Fugar a Chile, vía México. Ahora se encuentra en el vecino país del sur.

Alberto Fujimori calentó de esa manera a sus seguidores, quienes lograron un avasallador triunfo, cuando su hija Keiko obtuvo la más grande votación personal. Luego, todo es historia conocida: la heredera -Keiko- preside la liga de amistad Perú-Chile; y, su abogado, Souza preside la comisión de RR.EE.; ambos en el Congreso.

Alberto Fujimori escogió Chile por diversas razones: primero, porque nuestra relación con el vecino país siempre será "sensible". Segundo, porque cuando Chile armó a Ecuador en el conflicto del Cenepa, Fujimori hizo mutis y no protestó ni rompió relaciones, con el fin de armar su propio negocio de armas, hecho ya investigado.

Alberto Fujimori eligió Chile, porque existe una tradición difícil en la judicatura de ese Estado, a conceder extradiciones. En fin, Chile es socio privilegiado de Japón, acaban de firmar un TLC. Luego, es un país que sufrió la extradición de Pinochet, prácticamente con Chile partido en dos: unos a favor, y otros en contra.

Alberto Fujimori ha movido bien su tablero, hasta ahora. Los votos fujimoristas en el Congreso, son muy valiosos para otorgarle gobernabilidad al presidente García y al Apra. Y, eso lo sabe muy bien el ex presidente. Así que, el resumen es claro: El gobierno aprista no tiene prioridad en el retorno de Fujimori. Resulta un gran problema.

Alberto Fujimori está libre en Chile: pasea, veranea, alterna. Su abogado, hoy congresista, Rolando Souza, preside la comisión de Relaciones Exteriores del Congreso y desde ahí, solicita todo tipo de información que, eventualmente, puede conocer. Oiga, y ¿quién paga todo èsto? ¿de dónde sale el dinero? Del Perú, por supuesto.

Alberto Fujimori debe ser extraditado al Perú; si no se logra, será por un tejido fino, de filigrana, entre los fujimoristas y sus aliados. Advierto con suma claridad que la responsabilidad será compartida. Y, ante el juicio de la historia, quedarán los criminales, los cómplices y los cobardes, envueltos en un solo manto: el manto de la impunidad.

Lima, 24 de Abril de 2007