CONGRESO ENFERMO
 |
|
El Congreso está como un edificio antiguo con goteras. El grave problema es que todavía no ha cumplido un año; es decir, debería ser un bebé, pero ya parece menopáusico.
El Congreso es la máxima representación nacional, pues representa a todos los sectores políticos, económicos y sociales;
|
por tanto, siempre hay que respetarlo. No obstante, el pueblo que es el auténtico soberano, suele no corresponsabilizarse de su elección.
El Congreso es legítimo, pues proviene de la elección popular; pero, su actuación siempre estará plagada de presiones, intromisiones y transparencias. Sólo el APRA tiene, como bancada, oficio en el Parlamento. Los otros no tienen bancada, sólo brillan de forma solitaria.
El Congreso ha dinamitado su actuación. La Presidenta Cabanillas, ha cosechado tempestades... por sembrar vientos. Inició muy bien su gestión, pero luego quiso echarle toda la culpa a las gestiones pasadas, intentando diferenciarse del pasado donde ella misma estuvo y donde ella misma presidió comisiones e integró la mesa directiva.
El Congreso renovará en el mes de Julio la mesa directiva, donde su vicepresidente primero, José Vega, también será reemplazado; él, que pudo ser un buen refuerzo para la presidenta, no pudo aportar políticamente, por las fotos que le publicaron en una “noche inolvidable” en Sao Paulo.
El Congreso deberá restablecer el Senado, para diferenciar las tareas legislativas; también deberá plantear la renovación parcial del Congreso cada dos o tres años, para no mantener malos parlamentarios durante cinco años. Hay que curar este Congreso porque está –como diría Vallejo- “enfermo, grave”.
Lima, 16 de Junio de 2007
|