Por: Lic. Rosa Coaricona

 

 

LA ECONOMIA GLOBAL

 
La economía global es un fenómeno in-e-vi-ta-ble. Si ocurre algo en Europa, estremece algo en América; y, si se agripa la economía china, el mundo entero estornuda. Eso ha ocurrido el pasado martes negro, con sólo algunas especulaciones sobre anucios al aumento de impues

tos de la bolsa de valores en Shangai o Pekín.

La economía global está definitivamente en nuestras vidas. El Apra de García, nunca lo entendió en 1985 y llevó al Perú al destino triste de ser declarado "in-e-le-gi-ble" por los organismos multilaterales de crédito y finanzas. Global, viene de globo, globo significa unidad; nadie, o casi nadie, puede estar al margen de su interior.

La economía global significa que los precios del petróleo en el golfo pérsico (Irán/ Irak) determinan que un taxista de Chorrillos tendrá que pagar el costo de cualquier alza. Significa que Telefónica, desde España, controla la comunicación y las tarifas de Huancayo. Significa que el precio del dinero, el interés por los préstamos, no se fija en los bancos de Lima si no en sus sedes de Nueva York o Madrid.

La economía global obedece al imperio, o a los imperios. Los países globalmente dependientes, con economías sin autonomía, debemos ser muy cuidadosos del futuro económico de nuestros pueblos, garantizando seguridad alimentaria (protección de alimentos) y reservas naturales y monetarias.

La economía global fija, ahora, los precios altos a las materias primas que exporta el Perú. No estaría de más instalar algún fondo futuro para cuando vengan las vacas flacas. Las reformas económicas iniciadas en los noventa y consolidadas en el gobierno del presidente Toledo, deben mantenerse y profundizarse.

La economía global ahora tiene 4 monedas de importancia, el dólar americano, el euro europeo, el yen japonés y el creciente yan chino. El ahorro mundial en estas monedas refleja que los patrones monetarios, por ahora, son éstos. Sudamérica tendrá que integrarse en una sola patria, una sola bandera y una sola moneda; de lo contrario, siempre será patio trasero o furgón de cola.

La economía global siempre ha existido al servicio del imperio o los imperios de turno. El Imperio del Tawantinsuyo regía y gobernaba con autonomía su propia economía, el Perú no. El año 2021 nuestra república nueva recién cumplirá dos siglos, dos siglitos. La Comunidad Sudamericana de Naciones es lo más parecido al II Tawantinsuyo; tendremos que impulsarlo y consolidarlo y parangonearnos con China en sus cinco mil años de historia.

La economía global quiere bloques de mercado. Si Sudamérica apuesta por su integración, sería un mercado fabuloso de más de 350 millones de habitantes, más grande que EE:UU. Con reservas de gas, petróleo, agua y oxígeno, sumado a materias primas y seguridad alimentaria/agraria. El presidente García no puede ser ciego en política exterior, pues él debe ser conciente del papel que debería jugar Perú. Si no abre los ojos, habrá sido tiempo perdido y la economía global nos seguirá dominando.

Lima, 04 de marzo de 2007