EL SUTEP ha sufrido su primer gol en contra, merced a ese volante con vocación de delantero llamado José Antonio Chang, Ministro de Educación. El gol ha sido bautizado como evaluación, pero ha sido inmediatamente evidenciado en el tablero del marcador; Alan García, entrenador de Chang, corrió inmediatamente a colgar el letrero " 1" a favor del gobierno.
EL SUTEP ha vuelto, resignado y cabizbajo, al centro del campo para poner la pelota en movimiento. Han comenzado las clases con normalidad y muy lejos de avistar un paro inicial, por lo menos, en este comienzo académico. Muy formalitos, los sindicalistas magisteriales, han vuelto a enfundar el traje de profesores.
EL SUTEP ha pedido disculpas por no haber "entendido" el objetivo de la evaluación. Y, los padres de familia con sus hijos, los alumnos, han esperado en la puerta de los colegios para pedirles que no solamente enseñen, si no también que estudien. Los maestros han sido "jalados", "boleados", en su prueba, en una inmensa mayoría.
EL SUTEP no ha valorado suficientemente el apoyo de anteriores gobiernos, como el de Alejandro Toledo que les duplicó el sueldo a los más desfavorecidos. Siempre fue un sindicato que reinvindicó derechos, más no deberes; éste, que es el año del deber, tiene la oportunidad de hacerlo.
EL SUTEP es un sindicato històrico y luchador contra las atroces dictaduras. A los maestros les debemos no sólo nuestra educación, si no la recuperación de la democracia en múltiples oportunidades. Honor y cariño para ellos. Hay que acompañarlos en esta hora difícil, aunque -conforme evidencia su historia- levantarán cabeza muy pronto.
EL SUTEP ha puesto la pelota educacional en juego, otra vez. Ahora, controlan el balón, las clases han comenzado, ellos tienen a nuestros niños en sus manos. El gobierno atacó cuando los maestros estaban solos, fuera de clases, con aulas vacías. La alianza estudiantil y magisterial, siempre ha sido poderosa. Reforzarán su defensa y prepararán un contraataque, muy pronto. Ya lo verán.
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